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COMPAÑEROS

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       Algo hacía en mi casa, no recuerdo qué, pero en mis quehaceres pensé en mis compañeros los tambores.      A día de hoy son 5 que fueron llegando poco a poco, el primero no hace tanto, tan solo unos 9 ó 10 años como mucho. Pensé en como me acompañan, en como me inunda su Sonido pero sobretodo, su Silencio, su presencia callada. El momento en que cesa el sonido del tambor es para mi un momento que no puedo describir, simplemente el vacío llena y la plenitud se desborda.      Solo puedo dar gracias por su llegada a mi Vida. En los últimos tiempos ese Silencio es más presente que su Sonido pero su presencia es firme en mi casa, aquí tienen lugar y cuando nace se ponen en marcha, el resto del tiempo en su humilde Silencio acompañan los corazones de las que aquí vivimos, de los que aquí se acercan.      Doy gracias a mis amados compañeros. EvaTiuanki. 

RECORTES

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            Ganas de escribir de nuevo y nada nuevo que contar, solo en mi mente recortes de otros que acompañan mi paso cotidiano. Esto comparto, los recortes que llegan hoy:      El primer recorte llega con el recuerdo de un pasaje de “El peregrino de Compostela”. En ese pasaje el caminante se ve obligado a recorrer un tramo del Camino muy corto empleando mucho tiempo. Esto lo desespera al comienzo pero al sumergirse en la experiencia el Camino abre otra dimensión, imposible de ver en su ritmo habitual.      En la Vida nos pasa esto a todos en algún momento, querríamos ir a un ritmo, hacer ciertas cosas, pero el Camino se abre lento y por senderos no pensados. Sumergirnos en esa lentitud, sentir y seguir manteniendo la confianza en la Vida, en que es ella la que nos frena y que en su freno no trata de jodernos sino de sumar fuerza, claridad y posibilidades que no captaríamos con nuestro ritmo habitual, todo un r...

Nos deshacemos

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       En ese afán mío de retornar a Ser Natural me encuentro últimamente con el hecho de que nos vamos deshaciendo, me deshago. Llegamos a la Vida y algo crece, igual que llega el tiempo de crecer llega el tiempo de menguar, imparable. No sé si la hoja siente como se acerca su caída pero yo si.      Mis ojos miran al vacío que dejan los que van delante. Tras el vacío veo el pasado, lo que fue y ya no es, inmediatamente siento un dolor indescriptible...con esta fase natural de nuestro caminar tengo cierto problemilla, no me queda otra que admitirlo.      Hoy me sucedió, en medio de papeles y ajetreo pasé por mi casa paterna donde la última persona que estaba ya no está. Quise segar con la guadaña, la guadaña también se deshace y las dos hicimos lo que pudimos que fue bien poco o mucho, me llevó muy atrás esa guadaña....hasta un prado que vieron mis ojos, lleno de hombres segando a mano, con guadañas que brillaban al Sol, os nenos e...

A veces pienso en escribir...

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       ...Me enredo con las cosas, me enredo con el pensamiento, pero un día el impulso es más fuerte que el freno. No sé porque me gusta escribir y hablar sin rienda, diría para mis adentros, pero también nace poner los adentros fuera.      ¿Qué poner hoy fuera?? que estoy cansada, muy cansada, aunque a ratos llega un soplo de fuerza y parezco renacer. Doy gracias siempre al soplo de la Vida, invisible, omnipresente, Ser transparente que me escucha, que me lee, antes de que abra la boca...antes de que escriba una letra.      ¿Qué me cansa??...El insaciable mundo de las cosas. Hace poco crucé unos mensajes con una prima mía. Le decía que no daba para más, que cuando me parece que llego el Mundo pide más y lo que yo traigo ya es viejo, ya no sirve...Su respuesta me consoló: “no somos viejas, las nuevas generaciones están llenas de …......que dejan todo en manos de internet, IA, y no se enteran de la cantidad de derechos/capacidades ...

CUENTOS DE MAMA PACHESI: “El Demonio y la Fragilidad”

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...”Nunca fue vista”.....”Nunca fue vista”....Una y otra vez Tiuanki solo escuchaba esto, nunca fue vista. A la par pudo ver el alma dormida de la pequeña Fragilidad, acurrucada en la profunda sombra del Demonio.      Tiuanki escuchaba, miraba y fue comprendiendo el profundo dolor de la Fragilidad, al no ser vista, no ser permitida su naturaleza, serle impuesta una adaptación. En el caminar de su existencia un Demonio si la vio y supo de la Fragilidad lo que nadie a su alrededor veía. Primero caminó a su lado y la acompañó cuando el alma fue enmudeciendo, poco a poco la fue arropando con su fuerte sombra hasta hacerse dueño de sus actos con un impulso violento hasta entonces desconocido por las manos de la Fragilidad...El obraba ahora y el alma dormía...no sufría...      Tiuanki después de asomarse meditó, se preguntó “¿qué pasaría si el alma despierta??¿si de nuevo toma el mando??...” Sufrimiento, volvería el sufrimiento...      Impoten...

HOY

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         Me apresuro en llegar al coche y ponerme en marcha, llegar al portátil antes de que baje el alcohol en sangre. La música también sube al coche conmigo, me embriaga, mueve el cuerpo mientras la atención permanece alerta, prudente, delante....un coche lento parece retrasar mi encuentro con este escribir, le pitaría, no lo hago...pronto doy gracias de no haberlo hecho. Mis vecinos lentamente entran en el garaje, al ritmo que marcan yo también aterrizo en “casa”.      Vengo de comer sola en Santa Cruz, ciertamente no comí sola. ¿Qué son los camareros??...ángeles que te dan su cercanía. Al llegar al restaurante todo me acompaña: Una pareja de viejitos que diariamente acuden al lugar, se acompañan, sin saberlo, también me acompañan a mi. El mal tiempo hace que el lugar esté más vacío de lo habitual, más tranquilo y acogedor, el mal tiempo me acompaña. Por la ventana la lluvia y el agua turbia del Mar....¿por qué estás turbia me pr...

TAPIA

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     Recuerdo, me ahogaba el dolor, las ventanas de mi casa siempre abiertas como si a través de ellas llegase aliento a mi alma, en ese tiempo llegué a Tapia.      Una tarde de lluvia y niebla envolvía el lugar y también mi ahogo, la ventana abierta fue la playa escarpada que abrió el llanto....¿dos horas? no sé, ya no recuerdo, pero la puesta de Sol me hizo pensar que ya había sido suficiente. Vuelvo con la amistad que me acompañaba y me dispongo simplemente a disfrutar, como una visitante más. Una buena cena, una copa en el puerto, la voz que se abre y sin darme cuenta de nuevo el llanto...unas amigas y un lugar que me acoge como “Casa” permiten drenar un río infinito que parece no parar, no sé, sería la madrugada y el cansancio lo que lo paró o simplemente el haber llegado al Mar de Tapia.      En la mañana todo era diferente, no había rastro de niebla, no había rastro de ahogo, la Luz inundaba y mostraba lo que no pude ver el día ant...